Hola mi nombre es Kenjy Alcas, llevo más de 5 años en la fundación Ana Valdivia.
Con motivo del Día Internacional del voluntariado este 5 de diciembre he querido entrevistar a una voluntaria de la Fundación, que se llama Cayetana Moreu.
Para los usuarios de nuestra fundación Cayetana es una persona muy querida y muy importante en nuestras vidas. Fue coordinadora durante muchos años de los viajes y campamentos, pero hace poco lo tuvo que dejar por razones profesionales, pero sigue actualmente de voluntaria incluso ayudando al nuevo coordinador, Iván.
¿Cuál es tu profesión?
Trabajo en el departamento de comunicación, relaciones públicas y producción de eventos del grupo Atresmedia desde hace ya 9 años.
¿Como empezaste en la fundación Ana Valdivia y por qué?
Empecé en la fundación en septiembre de 2017, hace ya 5 años. Hice voluntariado a través de la empresa en la que trabajo, pero no era un voluntariado constante en una misma fundación. Por este motivo, decidí buscar por internet voluntariados que fuesen periódicos, en los que la ayuda fuese notoria y además pudiese entablar relaciones con las personas implicadas. Buscando en un portal de voluntariado encontré la Fundación Ana Valdivia y me animé a probar y desde entonces forma parte de mi vida, considero tanto a los usuarios como voluntarios mi familia.
¿Para ti que significa ser voluntaria en una fundación de parálisis cerebral?
No tiene un significado, por así decirlo, si no un sentido. Creo que todo el mundo debería probar. No creo que todo el mundo pueda tratar con según que discapacidad, pero considero que todo el mundo debería probar, familiarizarse y normalizar la discapacidad. Si nunca has estado en contacto con una persona con parálisis cerebral, en este caso, es imposible que entiendas sus necesidades, la manera en la que se puede facilitar la vida y creo que es imposible ser consciente de la cantidad de barreras (materiales y no materiales) que existen y que con muy poco podemos evitar. Para mi ser voluntaria en una fundación de parálisis cerebral ha significado y sigue significando APRENDIZAJE.
¿Nos puedes compartir alguna experiencia con un/a usuario/a de la fundación?
Pues voy a hablar ya que estamos de Kenjy, quien me hace la entrevista. Las experiencias que me llevo de las personas que he conocido a través de la fundación son maravillosas e innumerables. En el caso de Kenjy, recuerdo ver entrar a una persona con inseguridades y reticencias a conocer, tal vez algo de miedo. Pero poco a poco se fue abriendo y hoy puedo decir que es un gran amigo tanto mío como de la fundación en general. He podido compartir con él experiencias dentro y fuera de la fundación, ha conseguido reunir a varios voluntarios para cenar en uno de sus restaurantes favoritos de comida colombiana (que, por cierto, estaba de morirse).
Por otro lado, hemos roto barreras y ha venido a ver un programa de La Voz, cosa que nos ha permitido dar ejemplo y además el ha podido conocer a algunos de sus ídolos. Por eso feliz.
¿Qué has aprendido de las personas con parálisis cerebral?
He aprendido sobre todo a identificar las barreras que existen. Tanto las materiales como las que existen a nivel personal como sociedad. He aprendido y me he dado cuenta del camino tan largo que queda por hacer y mejorar.
¿Qué le dirías a las personas que quieren ser voluntarias de una fundación o nuestra fundación Ana Valdivia?
Le diría que probasen sin compromiso. No pasa nada si esto no es lo tuyo, pero prueba sin miedo. Las personas con discapacidad también necesitan relacionarse con el mundo y simplemente necesitan un pequeño empujón. Creo que desde la Fundación Ana Valdivia fomentamos esa normalidad en el disfrute y ocio de las personas con discapacidad y como voluntario la única tarea es disfrutar de ese tiempo con ellos.