por Kenjy Alcas

El pasado domingo fue el Día del Padre. Por eso, Kenjy Alcas ha entrevistado a Iván Ruiz, un padre con discapacidad, para conocer cómo es su vida como padre.

¿Cuál es tu formación?

Soy licenciado en Derecho.

 

¿Nos puedes contar un poco sobre tu discapacidad?

Fui herido por arma de fuego a los 20 años de edad (hoy tengo 52) que me afectó la médula espinal, por lo que desde entonces uso silla de ruedas de forma permanente.

 

¿Cuántos hijos/as tienes? ¿De qué edad?

Una hija de 15 años de edad con mi amada esposa quien también tiene discapacidad, por lo que usa silla de ruedas de forma permanente.

 

Cuándo tu mujer te dice que vais a ser papás, ¿qué es lo primero que piensas?

Siento emociones intensas de gozo y agradecimiento a la vez que algunas incertidumbres, pero sin dudar que estaría preparado para asumir la paternidad en toda su dimensión.

 

Porque tienes una discapacidad, encima vas a ser padre y es una responsabilidad más para ti.

La discapacidad no excluye las responsabilidades propias que todo individuo debe asumir en las distintas etapas de vida. Yo estaba preparado para asumir las responsabilidades de la paternidad a la vez que tenía independencia económica en la mayoría de los aspectos de mi vida.

 

¿Tu hija tiene discapacidad?

No.

 

Si no es así, ¿tuviste miedo de tener hija/os con discapacidad? ¿Por qué?

No. En primer lugar, mi discapacidad y la de mi esposa son adquiridas, no congénitas, con lo cual las probabilidades de tener un hijo/a con  discapacidad son las mismas que cualquier otra pareja común. Sin  embargo, de haber tenido hijo/a con discapacidad lo hubiésemos acogido con amor y haciendo uso de las herramientas de vida que hemos adquirido a partir de nuestra propia condición de la discapacidad.

 

¿Nos puedes contar una experiencia/anécdota concreta buena y otra mala que hayas vivido con tu hija?

Anécdotas buenas o buenas vivencias son muchas las que tengo con mi hija y que he podido disfrutar desde su nacimiento hasta el día de hoy. El verano pasado viajamos a Denia por motivo de celebrar sus 15 años y disfrutamos muchísimo además de bañamos en el Mar Mediterráneo.

Anécdotas desagradables me cuesta recordarlas. Por citar alguna te diría que ir a llevarla a un parque de diversiones, tener que pagar entrada con descuento por  discapacidad y NO PODER hacer uso de ninguna de las atracciones  por no ser accesibles para mi condición de usuario de silla de  ruedas.

 

¿Tienes que enfrentarte a los prejuicios de la sociedad por ser un padre con discapacidad? ¿Cómo los afrontas?

No suelo dar importancia a lo que no lo merece. Por ello, la sociedad y sus prejuicios no me han determinado nunca y estoy más que convencido que la vida se vive con actitud, haciendo el bien sin mirar a quién, con conformidad pero sin conformismo y el principio más elemental al cual me aferro es mi fe en Dios, las capacidades y talentos que me ha dado para afrontar todo cuanto me acontezca, mantenerme firme  en mis principios, con humildad de corazón y buena disposición hacia mi prójimo independientemente de si piensa igual o diferente a mí. MI VALOR ME LO OTORGÓ DIOS AL CREARME, ME LO CREO YO Y PERDURARÁ HASTA EL FIN DE  MIS DIAS.

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