por Mayka Hidalgo

¡Buenas, queridos lectores! Soy Mayka, y en este artículo voy a hablaros de Cuerpo escombro, una película que está generando polémica antes incluso de su llegada a los cines este viernes 9.

Sinopsis

Ante los problemas para encontrar trabajo y liado por su hermano Fermín, Javi se hace pasar por discapacitado para conseguir un puesto que necesita desesperadamente. Pero fingir parálisis cerebral es más complicado de lo que parece, sobre todo cuando se enamora de su jefa.

Mi experiencia y opinión

El 29 de abril, la productora Morena Films invitó a un grupo de personas con discapacidad a ver en primicia la película, escrita y dirigida por Curro Velázquez y protagonizada por Ernesto Sevilla y Dani Rovira. CERMI Madrid trasladó la invitación a ASPACE Madrid, y yo fui una de las tres personas que acudió de parte de la entidad.

Esta película ha recibido numerosas criticas negativas por parte del colectivo disca desde que salió la información y la fecha de estreno. De hecho, yo he ido a verla con un poco de miedo, porque casi siempre se utiliza la discapacidad como una herramienta de humor de carácter peyorativo. Sin embargo, he de decir que me ha sorprendido gratamente y a continuación, quiero exponer los motivos.

En primer lugar, es la primera película que conozco donde se trata la parálisis cerebral más allá del sufrimiento que puede acarrear dicha condición a nuestro entorno familiar. Por otro lado, se visibiliza el amor y la discapacidad como algo posible, concretamente las parejas intercapacitadas (las que están formadas por una persona sin discapacidad y una persona con discapacidad). También se trata la sexualidad y la discapacidad.

Por otra parte, la película muestra cómo las barreras arquitectónicas nos afectan en el día a día, sobre todo si estas barreras las encontramos en nuestros propios hogares. Además, se visibiliza el capacitismo y la infantilización a la que nos enfrentamos día a día, simplemente por intentar vivir y disfrutar la vida a nuestra manera. El Langui, por último, otorga a la película un carácter aún más reivindicativo, ya que él mismo tiene parálisis cerebral.

Es cierto que en la película hay clichés asociados a nuestra condición, pero en mi opinión, están representados con el fin de abolirlos y que la gente sea consciente de que las personas con parálisis cerebral somos mucho más que un conjunto de síntomas y secuelas. Además, no debemos olvidar que esta película es una comedia y que, como tal, hay aspectos que no se ajustan del todo a la realidad porque el propósito es hacer reír. El mensaje que se da es que las personas con parálisis cerebral somos personas, valga la redundancia, y que merecemos ser tratadas como tal, no como seres a quienes no hay que escuchar, seres sin sentimientos ni sexualidad, seres sin poder de decisión u opinión y un largo etcétera.

Termino este artículo animándoos a ir a ver la película y a formaros vuestra propia opinión, sin dejaros influir por lo que hayáis visto en redes. ¡Hasta la próxima!

 

Puede que también te guste

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *