Por Elena Arranz

En nuestra condición de seres sociales, las personas necesitamos comunicarnos. La comunicación permite transmitir información e intercambiar o compartir ideas, lo que enriquece la experiencia humana. La comunicación es de vital importancia para desarrollar nuestras potencialidades.

Transmitimos un mensaje no solo a través de lo que decimos, sino de cómo lo decimos, ya sea de forma verbal o no verbal. ¿Cómo crees que sería tu vida si no pudieras comunicarte, si no pudieras pedir lo que necesitas, o entender las necesidades de otros?

La barrera del desconocimiento

Además de las barreras físicas, las barreras de comunicación son el motivo principal por el que las personas con discapacidad se sienten discriminadas. En la base de esas barreras hay un gran desconocimiento por parte de la sociedad, en general, acerca de las necesidades comunicacionales de este colectivo.

El lenguaje oral es una de las formas básicas para comunicarnos con el entorno y modificarlo en función de nuestras necesidades y deseos. Si una persona no puede comunicar, no podrá tomar decisiones que afecten a su vida, lo que originará dependencia y aislamiento.

Nuestra sociedad está acostumbrada a ver a una persona en silla de ruedas, llevando un audífono o utilizando gafas, pero quizá no es tan habitual ver a alguien usando un dispositivo de comunicación. Pues bien, cuando una persona tiene dificultades para comunicarse, utiliza un sistema alternativo o aumentativo de comunicación.

Los sistemas aumentativos de comunicación, complementan el lenguaje oral cuando, por sí sólo, no es suficiente para entablar una comunicación efectiva con el entorno. Los sistemas alternativos de comunicación, sustituyen al lenguaje oral cuando éste no es comprensible o está ausente.

Ambos sistemas, aumentativos y alternativos, permiten que personas con dificultades de comunicación puedan relacionarse e interactuar con los demás, manifestando sus opiniones, sentimientos y la toma de decisiones personales para afrontar y controlar su propia vida. En definitiva, poder participar en la sociedad en igualdad de derechos y oportunidades.

Aprendamos a esperar

No des por supuesto que una persona que usa un sistema aumentativo o alternativo de comunicación tiene también una discapacidad intelectual o sensorial. Procura darle tiempo para que pueda expresarse con su sistema de comunicación en cualquier situación y respetando su ritmo.

Podemos comunicarnos utilizando objetos reales, fotos, dibujos o pictogramas. Un sistema pictográfico es la representación del lenguaje mediante dibujos, fotos o imágenes.

También podemos comunicarnos mediante la escritura, utilizando el alfabeto, sílabas, palabras e incluso enunciados completos.

Evita tratar de forma infantil a las personas adultas que usan sistemas alternativos o aumentativos de comunicación. Para conversar, utiliza un lenguaje adecuado y sencillo, comprobando que te han entendido. Verifica también que entiendes aquello que te están diciendo. Una conversación es cosa de dos.

Es importante mantener actitudes de escucha activa y no hacer otras actividades mientras estemos conversando con una persona que usa sistemas alternativos o aumentativos de comunicación. Hay que colocarse, en la medida de lo posible, a su misma altura física o en el campo de visión que resulte más adecuado para la persona.

Lo importante es valorar cuál se adecúa mejor a las capacidades y habilidades de la persona con diversidad funcional. En la conversación, en la que intervienen sistemas alternativos y aumentativos de comunicación, hay que ser paciente para que cada persona disponga del tiempo que necesita para emitir su mensaje.

No asumas que sabes lo que quiere decir una persona que utiliza un dispositivo de comunicación. Aprende a esperar a que complete el mensaje y poder escucharlo. Algunas veces no entenderás lo que te quieren decir con el sistema de comunicación. No te preocupes y pide que te lo repitan. Comunicar es compartir una conversación. Dirígete a la persona, no a su acompañante.

Recuerda que la comunicación comienza cuando dos personas quieren mantener juntas una conversación, o una de ellas muestra el deseo de comunicar. Por tanto, la diversidad de formas de comunicación debe ser motivante para ti, porque además de ser enriquecedora, demuestra que todas las personas, con independencia de cómo nos comuniquemos, tenemos derecho a las mismas oportunidades de escuchar, y de ser escuchado

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