por Ana Segoviano

 

¡Hola de nuevo, lectores! Lo primero de todo, feliz año 2024.

Hoy os vengo a hablar de cómo es viajar al extranjero con parálisis cerebral, y los pasos que yo sigo para ello.

Lo primero de todo es elegir bien la ciudad, lo cual de primeras puede parecer una tontería, pero no es así puesto que es difícil transitar con la silla de ruedas por muchas ciudades debido a la cantidad de escaleras que hay por sus calles. Esa búsqueda previa sirve también para prepararse metal y físicamente para soportar el traqueteo de la silla al ir paseando por las calles empedradas.

Google es un gran aliado para esto. De hecho, hay veces que algunas páginas te dan itinerarios de actividades y lugares que visitar en las distintas ciudades en 4, 5 días o una semana. También hay blogs en los que personas que usan silla de ruedas cuentan en primera persona su experiencia visitando distintas ciudades, la accesibilidad de estas, del transporte y así poderte hacer una idea de si realmente merece la pena visitar la ciudad en la que estabas pensando o sería mejor visitar otra.

Viajar en avión

Viajar en avión con silla de ruedas es toda una aventura. Al llegar al aeropuerto lo primero que hay que hacer es buscar el punto de asistencia para que sepan que estás en el aeropuerto y llegado el momento te acompañen hasta la puerta de embarque y posteriormente hasta el avión. Desde el aeropuerto de origen se deben comunicar con el aeropuerto de destino para que la asistencia te entregue la silla y te acompañe a la llegada.

Por otro lado, yo siempre intento que me pongan una pegatina en la silla para que pueda ir cabina y no en bodega con las maletas para que así no se pierda. Yo me he atrevido todavía a viajar nunca en mi scooter eléctrica, puesto que me da miedo que me la rompan o la pierdan. Cuando viajo en avión uso una silla de ruedas manual, lo que me hace perder autonomía puesto que necesito que alguien me empuje.

Buscar alojamiento

A la hora de buscar alojamiento, como ya vimos en otro artículo del blog, es bastante complicado. Algunos buscadores te permiten filtrar por alojamientos accesibles, aunque muchas veces luego cuando ves las fotos hay alojamientos que no cumplen con lo que llamaríamos por ejemplo un baño accesible. En el caso de hoteles en el extranjero, es más difícil encontrar un teléfono de contacto, o que te contesten al correo rápido con respecto a todas las especificaciones que pides y necesitas. Yo siempre me llevo un agarradero de quita y pon para el baño por si fuera necesario.

Además, muchas veces el encontrar un alojamiento adaptado implica pagar el doble que una persona que no necesita habitación adaptada.

 

En definitiva, es recomendable planificar todos los aspectos del viaje con tiempo para así poder ahorrar lo máximo posible y también asegurarse de que en el destino es todo accesible (ciudad, alojamiento, transporte, etc.) y evitar sorpresas indeseadas.

Esto es todo por el artículo de hoy, espero que guste y nos volvamos a leer pronto.

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