EN MI ADN

¿Cómo vas a ser madre si estás para que te cuiden?: Jornada sobre Mujeres y Discapacidad: “Mitos y Realidades de la Maternidad”

Por Cristina Martín

¡Buenas!

Mi entrada de hoy está dedicada a las mujeres (en especial a las mujeres con discapacidad) que para eso marzo es nuestro mes. Quiero tratar un tema del que por desgracia no se oye hablar mucho: la posibilidad de las mujeres con discapacidad de ser madres.

Personalmente, este tema es algo que nunca me había planteado en serio. En parte, porque soy joven y no me veo con la madurez suficiente para ser madre. Pero reconozco que las veces que se me ha pasado por la cabeza como plan de futuro siempre me entraban dudas de si de verdad sería posible. Esas dudas desaparecieron hace un par de semanas, gracias a que tuve la oportunidad de acudir a las Jornadas Mujeres y Discapacidad: “Mitos y Realidades de la Maternidad” organizadas por el Proyecto Europeo RISEWISE (que da lugar a un grupo de investigación internacional de estudiantes con discapacidad) y AFADIS-UCM que se celebraron el 13 de febrero. Por eso he querido traeros una pequeña crónica.

La jornada se dividió en tres mesas o conferencias. La primera fue una introducción desde el punto de vista legal de la mano de Mayte Gallego, que sirvió para situarnos en el marco de los derechos humanos. La referencia actual a la que se recurrió varias veces durante la tarde es Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad aprobada en 2008 que garantiza nuestros derechos, como hombres y mujeres con discapacidad. Aún así, la ley sigue amparando la esterilización forzosa de las mujeres con discapacidad incapacitadas judicialmente. Al menos así era hasta el pasado 26 de febrero cuando el Senado dio el primer paso para modificar esta realidad. CERMI Mujeres me invitó a estar allí en nombre de ASPACE Madrid y puedo aseguraros que fue un momento muy emocionante.

Volviendo a la jornada que nos ocupa hoy, Mayte cerró su intervención, hablando de su experiencia como madre adoptiva con discapacidad. Destacó sobre todo la idea de que durante el proceso se valoraba más su discapacidad que su capacidad como madre.

La segunda mesa estuvo centrada en el ámbito sanitario. Por un lado intervino Marta Monter ginecóloga del servicio de ginecología y obstetricia adaptada del Hospital de la Paz. Nos hablo de las instalaciones específicas de la consulta (como por ejemplo camillas adaptadas) y de la atención individualizada que reciben las mujeres que acuden a consulta normalmente previa embarazo. Su protocolo incluye una valoración tanto médica como de las actividades de la vida diaria, e incluso análisis genéticos y valoración de la columna vertebral para escoger la vía de fecundación y parto más adecuada para cada mujer. Completó la mesa Irene Aterido que nos ofreció datos sobre la realidad de la endometriosis (una enfermedad por la cual se forman coágulos en los ovarios) que afecta a muchas mujeres en edad fértil y aún así no tiene tratamiento curativo. Irene enfatizó la necesidad de poder considerarla una discapacidad en los casos más incapacitantes.

La tercera mesa estuvo protagonizada por profesionales Raquel del Amo de Casa Verde y Luisa González de AFANIAS que trabajan con madres con discapacidad (enfermedad mental grave y discapacidad

intelectual respectivamente. Su apoyo es algo muy necesario teniendo en cuenta que las mujeres con discapacidad somos uno de los grupos más vulnerables a la violencia de género. Los datos indican que el 15 por ciento tenía algún tipo de discapacidad.

En Casa Verde trabajan el apego entre las madres y sus hijos menores de 5 años. Con su trabajo concluye que con apoyo y acompañamiento todas las mujeres pueden ser madres (la custodia sólo se retira cuando este apoyo no existe). Lo importante es que las madres sean capaces de amar, esa es la única función para la que no se puede dar apoyo. En AFANIAS por su parte cuentan con una oficina de información especializada en este colectivo y ofrecen materiales de apoyo a las madres para ayudarlas a desarrollar ciertas habilidades de cuidado (como el Programa de fichas Entre Nosotras) que se puede descargar en su página web.

El broche final de la jornada lo pusieron un grupo de cinco madres con diferentes discapacidades que compartieron su experiencia con nosotras. Algunas de sus experiencias son tristes y desgarradoras y demuestran sobre todo la falta de asesoramiento que sufrieron cuando sus hijos eran pequeños, pero todas ellas estaban allí con un mensaje de esperanza. Demostrando que ahora son madres felices, gracias a que cuentan con apoyo de otras personas o incluso de ayudas técnicas en el caso de una discapacidad física (como por ejemplo un cojín de lactancia.

Cómo comentaba más arriba acudir a esta jornada ha cambiado mi actitud con respecto a ser madre con discapacidad. Ahora sé que si algún día me siento preparada y realmente quiero hacerlo, existe la posibilidad. Sólo es cuestión de encontrar la manera. Esa es la idea que quisiera transmitiros con la entrada de hoy. Espero haberlo conseguido porque creo que es algo importante al menos para mí.

Y eso es todo por hoy. Espero que está crónica os haya servido.

¿Nos leemos el mes que viene?

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