Por Cristina Martín

¡Buenas!

Este mes aprovechando que se acerca San Valentín pretendía hablar de las personas con discapacidad como objeto de atracción romántica. Quería hablar más concretamente de los clichés (ideas, normalmente erróneas que se repiten porque hacen que una historia sea atractiva) que se encuentran en las historias de ficción (porque desde la ficción siempre es más fácil poner ejemplos que todos podamos entender). Además, creo que es una buena forma de intentar cumplir uno de los propósitos (enlace; https://aspacemadrid.org/blog/index.php/2020/01/02/queridas-reinas-magas-estos-son-nuestros-deseos-para-2020/) que os comenté en la pasada entrada, una manera de contribuir a que nuestra representación en ficción sea más conocida

Pasando al tema que nos ocupa hoy, el caso es que me he dado cuenta de que no he leído demasiados libros que nos muestren como personajes románticos (en parte porque diría que no existen) así que he pensado que lo mejor es hablar de los estereotipos (o clichés) en general, que a veces aparecen y que quizá nos hacen parecer “poco deseables”.

Pero empecemos desde un punto de vista romántico. Para ello voy a tomar como ejemplo “Yo antes de ti” (Jojo Moyes ,2018) que no es la mejor representación, pero hasta la fecha es la única que he leído. Para quien no lo haya hecho os hago un resumen rápido del argumento. Es la historia de Louisa y Will, la familia de él la contrata a ella como su asistente aunque su argumento es literalmente “para que le anime”. No voy a entrar en lo mal planteado que está el argumento ni de la visión depresiva y dramática que da de la discapacidad (todo eso ya lo analicé en su día en mi blog, os dejo el enlace por aquí por si os apetece echarle un vistazo https://undivanenelsalon.wordpress.com/2017/07/07/la-eterna-depresion-y-otros-mitos-que-romper-sobre-la-discapacidad-adquirida-en-yo-antes-de-ti/). El caso es que se crea una trama romántica entre Louisa y Will y el hecho de ver la discapacidad como algo dramático deriva en la idea de que “el amor lo puede todo” y es lo que hace que la persona con diversidad se acepte a sí misma. No voy a contaros cómo se resuelve en este caso porque os destriparía la historia, pero tanto el hecho de ver la discapacidad como un drama como el hecho de necesitar la aceptación de otras personas para valorarse a uno mismo son dos ideas que a veces aparecen.

Profundizando un poco, ¿habéis pensado en por qué se pinta la discapacidad como un drama? Yo creo que es porque vivimos en un mundo en que la capacidad se asocia con fuerza física o capacidad física o bien con un rendimiento intelectual óptimo y esto en mayor o menor medida se ve afectado cuando tienes una discapacidad de algún tipo. Por regla general, el personaje con discapacidad suele estar enfermo, un ejemplo muy claro de esto es Clara Sesseman en “Heidi” (Johanna Spyri, 1880) Además, suele ser muy inteligentes, pero no les vemos salir de aventuras, como es el caso de Frank en “Estación Once” (Emily St. John Mandel,2014)

Una forma de solucionar eso es mostrar su realidad desde la ficción, como bien hacen “Mi hermano persigue dinosaurios” (Giacomo Mazzariol, 2016) con el síndrome de Down o “Buenos días, Laia” (Inés Cortell Cerdá, 2019) con el síndrome de Asperger o mi propia novela “Tú también puedes volar” (2019) con la parálisis cerebral.

Aunque, es posible que incluso esto no sea suficiente, también es importante mostrar modelos que vivan aventuras o puedan ser protagonistas de su propia historia sin tener que limitarse a mostrar su realidad.

Como he dicho, ver esto no suele ser muy frecuente, pero sí es cierto que recientemente he encontrado iniciativas como “Válidas” de la editorial Literup que rompen estos estereotipos con respecto a la diversidad funcional o discapacidad. Todas las novelas de esta iniciativa tienen personajes femeninos con alguna condición física o psíquica que les hace funcionar diferente, pero eso no significa que sean menos válidas para vivir aventuras. La fibromialgia, la ceguera, entre otras dificultades, no les impide ser los protagonistas de su propia historia (o incluso los villanos). Quiero aprovechar desde aquí para agradecer a la editorial poner en marcha esta iniciativa que continua este año. Quisiera pedirles eso sí, que en la nueva selección que hagan si es posible incluyan personajes en silla de ruedas, que es lo único que sigo echando de menos en estas historias.

¿Qué es lo que echáis de menos vosotros en la ficción en cuanto a diversidad? Puede ser literatura o también cine o series que no dejan de ser otras formas de contar historias. ¿Habéis leído alguno de los libros que menciono? ¿Os gustaría hacerlo?

Me estoy planteando además montar una iniciativa para animar a leer o dar a conocer este tipo de historias ¿Os apetecería participar en un #LeeDiversidad? Podéis responder y dejar vuestra opinión abajo en los comentarios o en cualquiera de las redes sociales de ASPACE Madrid.

¡Espero que la entrada de hoy os haya gustado! Si os interesa el tema alguna de las entradas de este año puede ser una reseña de alguna de las novelas que menciono aquí o alguna novela de este estilo que tengo pendientes de leer. ¡Tenemos la suerte de que este año se publicará al menos (que yo sepa confinada) una novela más con una protagonista en silla de ruedas!

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1 comentario

  1. Sí, haz más entradas como èstas. Aunque he decir que en mi caso, si se cumple el cliché porque tuve una asistente personal que me dio la fuerza para volver a estudiar… para salir de nuevo

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