Por Raúl Iván Perales

 

Siempre que nos hacemos un planteamiento de vida casi todas las personas soñamos con tener el mismo desarrollo: una infancia feliz, adolescencia complicada aderezada con bonitos recuerdos y una madurez plagada de triunfos en todos los ámbitos de la vida. Después llega la realidad de cada uno y cuando ya tenemos una consciencia plena de esa realidad, debemos trabajar dando forma a un muñeco de barro que en tu día a día no podrás dejar de moldear, porque eso será una representación de tu futuro. Aunque en un principio tus posibilidades siempre vendrán marcadas por la economía de tus padres, su forma de educarte o hasta donde estas dispuesto a arriesgar para perseguir tus sueños.

Pero si hay algo en que todos los seres vivos somos iguales sean cuales sean nuestras circunstancias, es que todos hemos vivido, estamos viviendo o viviremos alguna o varias primaveras en nuestros respectivos corazones. Somos seres emocionales en mayor o menor medida.

Y el colectivo de personas con Parálisis Cerebral en este sentido no nos diferenciamos en nada al común de los mortales. También pasamos por lo mismo, debemos defender a veces de una forma vehemente un sentimiento que ha nacido y crecido dentro de nosotros en el que muy poca gente cree, aunque siempre tenemos que saber que habrá personas contrarias u hostiles a nuestras opiniones o manera de entender la vida. Pero si algún día tenéis que defender nuestra posición con un público así, os recomiendo que en la medida que podáis vosotros mismos defendáis vuestra argumentación e ideas, no utilicéis ninguna muletilla en forma de persona que converja con vuestras ideas, podéis creerme si os digo que las palabras salidas por vuestra boca, realizadas por vuestros propios gestos o dichas por vuestro comunicador tendrán muchísimo más calado que las de otra persona hablando por vosotros. Haciéndolo así, estaréis hablando en primera persona, y nadie os defenderá tan bien como vosotros mismos.

Tal y como he dejado perfectamente claro en la primera línea del párrafo anterior, cuando nosotros nos acercamos a alguien y vamos a la aventura lo hacemos con la misma seguridad o inseguridad que cualquiera, podemos resultar precavidos o lanzados, ir con intención de, o tomártelo con calma.

Pero centrándonos en mi digamos que soy un producto de la vieja escuela, cuando cierro los ojos siempre me imaginé bailando El Danubio Azul con mi alma gemela. Aunque es más que evidente que jamás lo podré hacer como me gustaría hacerlo. Y para no hacerme más daño he de ser constructivo con lo puedo hacer. Jugar con las armas de las cuales dispongo y ponerlo todo al servicio de la causa, porque también tengo virtudes cuando me tengo que vender; chico simpático, amable, con don de gentes, un sentido del humor acido y súper romántico, todas estas características positivas las cumplo todas. Si yo ahora todo esto lo pusiera en una página de contactos de internet y lo acompañase de una fotografía de carnet, estoy más convencido de tendría varias respuestas. Porque modestia aparte, considero que desagradable a la vista no soy, pero a nosotros nos condiciona muchísimo que la sociedad en la que vivimos valore tanto la imagen, estética o primeras impresiones. Por eso gente como yo tenemos que picar mucha piedra y ser muy pesados no solo para fomentar las relaciones de pareja, sino también las sociales y las laborales. Por qué no sé vosotros, no yo no me quiero quedar fuera de ningún ámbito de mi circulo social, es más lo quiero ampliar, porque cada persona nueva que conoces puede ser el principio de nuevas oportunidades.

Con el paso de los años entendí que no tan solo siendo testarudo se pueden conseguir grandes cosas, sino que también tener una buena actitud delante de la vida te puede granjear grandes triunfos. Por ejemplo, si yo estoy en una discoteca, veo a una chica que me interesa y quiero decirle para entablar una conversación, yo desde el segundo uno que voy hacía donde esta ella tengo que estar plenamente convencido de que la cosa va a salir bien. Después pueden pasar mil cosas, que no seáis de la misma ciudad, que no os entendáis por lo que sea… me da igual, pero vosotros ya habréis demostrado arrojo, valentía, y seguridad, que es tremendamente importante en estos casos.

Otro ejemplo que me viene muy al pelo, es que yo creo sinceramente que este artículo es muy bueno, que os aportara cosas interesantes e instructivas leerlo y por eso quiero compartirlo con todos vosotros.

Puede que también te guste

1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *